Asociese | Contacto

20/08/2024 | 20 de agosto de 2024

ACERCA DEL RESPETO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN


El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires expresa su profunda preocupación por las reiteradas agresiones verbales del presidente de la Nación a periodistas que en ejercicio de la libertad de expresión formulan críticas u observaciones a su gobierno. Los embates más recientes fueron dirigidos a los periodistas Carlos Pagni y Marcelo Longobardi, a través del reenvío de mensajes injuriantes y de la más baja estofa de usuarios de la red X. Nadie duda que el presidente, como cualquier otro ciudadano, tiene el derecho de manifestar sus opiniones y de refutar aquellas con las que no concuerda. El problema que nos inquieta es que lo hace mediante la descalificación personal o el insulto, empleando un lenguaje muchas veces soez, impropio de su investidura y del respeto a la libertad que ha jurado defender.

Este Colegio valora aspectos sustanciales del actual rumbo económico, como la reducción del déficit fiscal y de la inflación, la desregulación y el aliento a la iniciativa privada, pero para que esa orientación sea consistente y sostenible en el tiempo se debe asentar en sólidos pilares republicanos. Para dejar atrás el populismo económico, es imprescindible también evitar la tentación del populismo político.

Los populismos de cualquier signo ideológico tienen algunos denominadores comunes, entre los que invariablemente se encuentran los ataques a la justicia independiente y al periodismo libre. La postulación para la Corte Suprema de una figura tan cuestionable como Ariel Lijo y las agresiones a diversos periodistas (y a la idea de periodismo en general, presentada como otra de las manifestaciones de la “casta”) arrojan sombras perturbadoras sobre la real vocación republicana del gobierno presidido por Javier Milei. Los presidentes no son jefes de una facción, sino del Estado, y no deben comportarse como usuarios de cuentas anónimas que esparcen la violencia verbal en las redes sociales.

El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires hace votos para que tales episodios constituyan hechos aislados y no sean parte de una deliberada estrategia de inequívoco sesgo autoritario. En un país marcadamente presidencialista, el estilo de los presidentes no es una cuestión menor, porque proyecta su influencia a todos los ámbitos de la vida social. La convivencia pacífica entre personas de diversas ideas y pertenencias se asienta sobre el respeto recíproco entre los ciudadanos. Los presidentes deben ser los primeros en dar ese ejemplo.

El Directorio